Todo aquello que me une a ti sucede en mí cuando tú no miras.
Todo aquello que nos separa, lo hace cuando yo elijo mirar más allá en ti.
Conscientes de caminar hacia el abismo, no conseguimos más que enmudecer nuestra conciencia y aplacar nuestro anhelo con cada segundo en que nuestros ojos se aman. Nunca habrá un final porque nunca hubo un principio; mientras, vagaremos por la cornisa esperando morir en el otro o, simplemente, en nosotros mismos.
Sabiendo que para nosotros dos y entre nosotros dos, incluso la muerte no nos está permitida.
3 comentarios:
Me he perdido un poco.
Sabes eso de "no sabían
que era imposible y lo hicieron"? Las fronteras las marcamos nosotros mismos, son límites impuestos por el miedo, miedo a sufrir, miedo a que las cosas no salgan como se espera... No son más que escusas fingidas en un vago intento de autoconvencimiento... Y otra frase cliché para acabar la parrafada, y no por ello menos cierta, "quien no arriesga, no gana"
Siempre caminaréis juntos. Siempre por el abismo que separa vuestros mundos.
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